Por: Natalia Aguilar Salas. Colaboradora Pares
Aída Merlano ha sido de nuevo el tema central en las noticias. La excongresista por el Partido Conservador y condenada a 15 años de cárcel por concierto para delinquir agravado, corrupción al sufragante y tenencia ilegal de armas, se encontraba prófuga de la justicia después de septiembre de 2019. Este martes las Fuerzas de Acciones Especiales de Venezuela anunciaron su captura. Esta policía de élite tiene su sede en Caracas y es conocida según un reporte de Insight Crime por el número de ejecuciones extrajudiciales que comete contra personas vinculadas con bandas criminales. Vale la pena mencionar que la Alta comisionada por los Derechos Humanos de la ONU le ha pedido al gobierno de Venezuela la eliminación de la FAES.
Sin embargo, más allá de quién realizó la captura, el meollo del asunto radica en la dificultad para la extradición de Merlano, debido a la situación que atraviesa el gobierno de Venezuela, con el régimen de Nicolás Maduro y el autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó. Si bien Guaidó anunció que el “gobierno legítimo” de Venezuela cooperará para la extradición de Merlano a pesar de la crisis institucional que atraviesa el país vecino.
Pero recurrir a Guaidó en estos momentos es una gran torpeza diplomática. Las posibilidades de extradición de Merlano se dificultan, ya que el presidente interino no tiene la autoridad para lograr que las autoridades del régimen cooperen con las autoridades colombianas. «En los últimos años el mecanismo que ha funcionado en estos casos es la deportación, la cual se diferencia de la extradición ya que el país que decide deportar expulsa a un ciudadano determinado por incumplir las leyes dentro del Estado» señala Esteban Salazar, investigador Pares.
Desde el 2019 todos los miembros del gobierno colombiano que ejercían labores diplomáticas en Venezuela fueron expulsados por Maduro. A raíz de esto, el presidente Iván Duque decidió reconocer a Juan Guaidó como presidente legítimo de dicho país.
En ese sentido, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, manifestó que sobre las declaraciones de que el presidente de Colombia Iván Duque le pidiera a Juan Guaidó la extradición de la exparlamentaria Aída Merlano a Colombia, a pesar que Guaidó no tiene ninguna autoridad sobre las fuerzas militares, declaró: Voy a tratar de decirlo sin reírme. Pido permiso para no reírme: es una verdadera ridiculez. Venezuela funciona mucho mejor que Colombia. y calificó como extremismo ideológico y fantasía política la manera en la que Iván Duque maneja las relaciones internacionales de nuestro país.
Ariel Ávila, analista subdirector de Pares, indica de manera categórica que esta situación representa una gran vergüenza internacional de la diplomacia colombiana. Entre lo ridículo y lo increíble. La política internacional de Colombia….una gran farsa.
Relaciones diplomáticas: el puente está ‘quebrado‘
Venezuela, en los últimos meses, ha solicitado 23 extradiciones al gobierno colombiano, de las cuales se han negado 11, y las otras están en evaluación por el estatus de refugiados en el cual se encuentran algunos de los ciudadanos que han sido pedidos en extradición por el régimen de Maduro; aunque también se encuentran algunos criminales a los cuales el gobierno colombiano ha decidido mantener bajo custodia. Por otra parte, la Embajada de Guaidó en el país no reconoce las deportaciones demandadas por Maduro, mientras que el presidente Duque solo reconoce al presidente interino.
Un caso emblemático fue el ocurrido durante 2019. Se supo de la captura por parte de FAES en Venezuela de alias ‘El castor’ jefe de la banda ‘Los Costeños’ y reconocido por ser uno de los criminales más temidos en Barranquilla. El gobierno venezolano anunció un plazo de 90 días para que las autoridades colombianas solicitaran de manera formal su extradición o ‘El castor’ recuperaría su libertad; hoy en día no se sabe más del caso.
Además de esto la Corte Suprema de Justicia ha perdido parte de su investidura, ya que el presidente Duque reconoce a Guaidó como la máxima autoridad venezolana, es el único que puede decidir sobre la evaluación y autorización de las extradiciones.
Aunque Guaidó pretenda tener el poder suficiente para apoyar dicha extradición, realmente la decisión final esta en las manos de Maduro, sin embargo con la falta de cooperación, además de el escalamiento de las tensiones entre Colombia y Venezuela, lo más probable es que el gobierno colombiano deje escabullir a Merlano y esta se haga parte de la larga lista de criminales cuyos delitos quedaron impunes.
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