Por: Nicolás León Rodríguez, Investigador Nacional
Línea Convivencia y Seguridad Ciudadana
Foto tomada de: Pixabay
“Más pie de fuerza y prevención del delito, los ejes para mejorar la seguridad en Bogotá”, afirmó el presidente Gustavo Petro durante el Consejo de Seguridad que se realizó en la localidad de Kennedy el pasado 28 de septiembre. La principal conclusión del consejo fue el reforzamiento de las labores de vigilancia y control para la contención y confrontación de la criminalidad por parte de la Policía Nacional. Es decir, el reforzamiento policivo para enfrentar la inseguridad en la capital.
El consejo de seguridad
El evento tuvo como eje central la proposición e implementación de alternativas orientadas al mejoramiento de las condiciones de seguridad en la capital del país. En este sentido, la Alcaldía Mayor, con el apoyo del Gobierno Nacional, logró llegar a una serie de acuerdos enfocados al fortalecimiento de la Policía Metropolitana de Bogotá y de sus estrategias para combatir el crimen.
Contó con la participaron de figuras como Laura Sarabia, directora de Prosperidad Social; Ana Catalina Cano, ministra de Defensa (e); Luis Fernando Velasco, ministro del Interior; William Salamanca, director general de la Policía Nacional; Óscar Gómez Heredia, secretario de Seguridad; Sandra Patricia Hernández Garzón, comandante de la Policía de Bogotá; Gustavo Petro, presidente; y Claudia López, alcaldesa; entre otros.
Este consejo de seguridad es el primer en el que logran coincidir el presidente de la República y la alcaldesa Mayor de Bogotá. El desarrollo del evento se dio luego de algunos llamados que ha hecho la alcaldesa frente a la responsabilidad del Gobierno Nacional en la asignación del pie de fuerza en la ciudad, así como de otras rencillas que han mantenido los dos mandatarios. El consejo de Kennedy, además, es el primero de una serie de eventos que el presidente tendrá en la capital en el marco de la estrategia “Gobierno con el Pueblo”.
Las estrategias del consejo de seguridad se centraron en el aumento del pie de fuerza en la capital para mejorar la seguridad. Desde la Policía Nacional se anunció el despliegue de entre 2.200 y 2.500 uniformados para reforzar la seguridad en varias áreas, incluyendo la DIJIN, el GAULA y la Policía de Carabineros. Asimismo, se identificaron 60 puntos críticos en la ciudad, especialmente en las localidades de Bosa, Engativá, Kennedy, Suba, Usaquén y Chapinero. Este aumento del personal se desarrollará enviando a los uniformados que realizan labores administrativas de vuelta a las calles.
De igual manera, el despacho del director de la Policía, General William Salamanca, se trasladará a la Metropolitana de Bogotá, en donde además hará recorridos por los Comandos de Atención Inmediata priorizados por el Distrito. También se desplegarán helicópteros y drones para patrullar la ciudad, de igual forma se enfatizará el monitoreo de personal de inteligencia durante 24 horas del día en los corredores de entrada y salida de Bogotá. También se planea una toma de las estaciones de Transmilenio para combatir el hurto y el acoso sexual, de esta manera, se espera contar con agentes de la Policía infiltrados en las estaciones, dispuestos a identificar a los responsables de la consecución de hechos delictivos.
El consejo de seguridad, entonces, deja dos grandes conclusiones referentes al modelo de seguridad que tendrá la ciudad en, por lo menos, los tres meses restantes de mandato de Claudia López. Por un lado, una serie de acciones dirigidas a mejorar la operatividad de la Policía, en las que entra el aumento de pie de fuerza, el fortalecimiento de inteligencia, el fortalecimiento de los dispositivos de vigilancia, etc. Por otro, una serie de acciones orientadas a mejorar la percepción de seguridad en la capital, dentro de las que se podría incluir la presencia del comandante de la Policía en las localidades. La Policía Metropolitana se convertirá en el eje central para la prevención, atención y acción de las condiciones de seguridad en Bogotá.
Antecedentes
Las medidas tomadas en el consejo de seguridad se integran una serie de medidas que venían siendo adelantadas por parte de la Alcaldía de Bogotá durante el presente semestre del año. El 03 de julio, se puso en marcha la implementación del “Plan Bogotá 60”, este plan busca abordar la problemática de seguridad en la ciudad y se enfoca en barrios donde se concentran altos índices de delincuencia; el 47% de estos barrios se encuentra en zonas de las localidades de Kennedy, Ciudad Bolívar, Santa Fe y Engativá.
Cuenta con la participación de 1.000 policías, 300 servidores de la Secretaría de Seguridad y 76 fiscales especializados. Estos equipos esperan llevar a cabo 1.904 intervenciones mensuales enfocadas en la prevención y el control del crimen. Sus acciones van desde combatir las rentas criminales hasta promover la denuncia, el desarme ciudadano, la revisión de antecedentes y la vinculación del sector privado a las redes ciudadanas, entre otras medidas.
Además del Plan Bogotá 60 se han implementado siete comandos especializados, el Comando Élite y el Grupo de Reacción Bancaria para mejorar la seguridad en la ciudad. También se busca identificar y golpear a 46 grupos delincuenciales, incluyendo 12 estructuras multicriminales con incidencia en los sectores afectados.
De igual manera, en el marco de implementación de este plan, se han articulado otras estrategias que apuntan a mejorar la convivencia y seguridad de la ciudad. La estrategia "Cerremos la Puerta del Delito", por ejemplo, busca prevenir y desincentivar la actividad de los mercados criminales relacionados con el hurto de celulares y autopartes de vehículos en la ciudad, siendo su objetivo principal unir a la ciudadanía y a la Policía para evitar la comisión de delitos.
También la estrategia “Hora CUIDAdana”, con la que se pretende tener intervenciones sorpresa en lugares problemáticos de alto impacto, reportados por la ciudadanía. Estos lugares son señalados por ocultar actividades delictivas detrás de fachadas de comercios convencionales, como la venta de sustancias psicoactivas, ruido excesivo o la comercialización de licor adulterado.
Hora de rendir cuentas
A poco más de dos meses de terminar el mandato, la alcaldesa Claudia López ha hecho mayor énfasis en los llamados por generar y mostrar resultados. En este sentido, desde la página de la Alcaldía de Bogotá se ha montado una plataforma en la que se arrojan resultados preliminares sobre los impactos del desarrollo de las estrategias planteadas. En contravía, la percepción ciudadana de la seguridad continúa siendo significativamente baja, lo que indicaría que la ciudadanía no nota la gestión que se ha desarrollado.
Aterrizando las cifras, la Alcaldía afirma que las acciones conjuntas entre el Distrito y varios organismos han llevado a la desarticulación de más de 550 bandas delictivas, la captura de más de 101.000 individuos, la incautación de más de 600.000 armas y una disminución significativa en 8 de los 12 delitos de alto impacto en Bogotá. Asimismo, se ha aumentado el número de cámaras de vigilancia instaladas de 6.152 a 8.778, y se han activado 1.582 Frentes de Seguridad en la ciudad.
En términos de inversión, se han destinado 1 billón 200 mil millones de los impuestos de Bogotá a seguridad, justicia y convivencia en la ciudad. Además, se han invertido 48 mil millones en dotación, que incluye patrullas, chalecos, motocicletas, drones y otras herramientas tecnológicas para fortalecer las capacidades de la fuerza policial.
Y en términos de infraestructura, se ha hecho entrega del nuevo Comando de la Policía Metropolitana de Bogotá, el Centro Integral de Justicia Campo Verde, y la Casa Juvenil Restaurativa La Victoria. También se han establecido 6 Casas de Justicia, 7 de las cuales cuentan con una ruta de atención integral para mujeres, y se han mejorado las instalaciones de seguridad y justicia en la ciudad.
En contraste, como se anunció, según la encuesta de percepción ciudadana “Bogotá Cómo Vamos”, se observa que tan solo el 25,9% de los encuestados se sienten seguros en la ciudad. Del mismo modo, la encuestadora “Cifras y Conceptos” en su más reciente informe indicó que en lo relacionado con la gestión de la seguridad en la ciudad Bogotá tan solo cuenta con 34 puntos de aprobación. En este sentido, valdría la pena preguntarse si necesariamente un aumento del pie de fuerza y de las herramientas policivas se traduzcan en un aumento de la percepción de seguridad en la ciudadanía.
Hacia dónde va la seguridad en Bogotá
La gestión de la seguridad de la alcaldía de Claudia López ha estado atravesada por la marcada fricción en su relación con: i) la Policía Nacional, especialmente al inicio de su mandato y agravada por los hechos ocurridos en el marco de las jornadas de protesta del 08 y 09 de septiembre de 2019, como también del Paro Nacional de 2020; ii) el Gobierno Nacional en cabeza de Gustavo Petro, con quien ha tenido varios puntos de desencuentro, pero en el que la seguridad ha sido uno de los focos durante el último año.
Estas tensiones han dado lugar a que el tema de la seguridad se centre casi que exclusivamente en el papel y capacidad de la Policía Metropolitana de Bogotá. Particularmente en lo relativo a la ampliación del pie de fuerza de la Policía y de la necesidad de mostrar resultados operativos eficientes. Consecuentemente, las respuestas han estado dirigidas en su mayoría hacia el fortalecimiento de la Policía en sus diferentes dimensiones. Es decir, al acercamiento de la gestión de la seguridad desde una perspectiva mayoritariamente policiva.
Esto se hace más evidente a menos de tres meses para que termine su mandato, ya que urge la necesidad de mostrar resultados en la disminución de delitos y la mejora de indicadores de seguridad. Es cuestionable el largo tiempo que tardó la Alcaldía en mostrar una orientación de la seguridad que dé claridad sobre la acción operativa de la Policía y de las demás instituciones encargadas de su gestión.
En este sentido, si bien puede terminar mostrando resultados positivos las medidas tomadas en el último semestre, es prudente preguntarse cuál es la viabilidad de sostener estas medidas en el tiempo, es decir, si obedecen a un grupo de soluciones que buscan mantenerse en la ciudad con una relativa permanencia o si son medidas reactivas enfocadas en apaciguar la coyuntura política. En la misma línea, a manera de dar apertura al debate, vale la pena preguntarse ¿cuál es el legado que la alcaldesa Claudia López dejará a la ciudad en materia de seguridad durante los siguientes años?
Por el momento, la orientación de la seguridad en la ciudad ya parece tener un rumbo definido, por lo menos en lo que queda del año. De la mano de figuras como el General(r) Óscar Gómez Heredia (actual secretario de Seguridad, Convivencia y Justicia) y de la General Sandra Patricia Hernández (actual comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá), la gestión de la seguridad se dirigirá al fortalecimiento de la acción operativa policial y a llevar a Bogotá a estar 2.600 metros más cerca de la Policía.
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