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Ataque a Orlando Castillo es contra la lucha social

Por: Pares-Pacífico.


Este domingo 23 de febrero en la ciudad de Buenaventura fue víctima de un ataque sicarial Orlando Castillo, líder del ‘Espacio Humanitario Puente Nayero’ y profesor de la Universidad del Pacífico. Debido a sus constantes denuncias por la presencia de grupo armados y por su trabajo comunitario en la defensa territorial, Orlando se ha convertido en uno de los líderes más amenazados del Pacífico y no es la primera vez que su vida corre peligro.


El esquema de seguridad lo salvó


La Comisión Intereclesial de Justicia y Paz reportó que el atentado aconteció en un semáforo ubicado en el barrio Juan XXIII de la ciudad de Buenaventura cuando el vehículo en el que transitaba fue impactado por arma de fuego por parte de sujetos armados no identificados que se desplazaban en cinco motocicletas: 2 Yamaha Biwis, una Suzuki y dos Yamaha RX 100.


La reacción oportuna de sus escoltas, asignados por parte de la Unidad Nacional de Protección -UNP como esquema de seguridad, permitió contener el atentado logrando que Orlando saliera ileso del atentado y pudiera dirigirse a instaurar la denuncia respectiva con la policía.


Un líder de territorio que lucha por la paz


Orlando Castillo es un hombre nacido en San Francisco de la cuenca del río Naya en Buenaventura. Ha dedicado gran parte de su vida a la defensa del territorio y los derechos humanos. Actualmente su organización, la Corporación Organizando Haciendo y Pensando el Pacífico – CORHAPEP – es integrante de la Comisión Interétnica de la Verdad del Pacífico.

Orlando Castillo ha dedicado gran parte de su vida a la defensa del territorio y los derechos humanos.Foto: Comisión Intereclesial de Justicia y Paz

Se encuentra amenazado porque es uno de los líderes que el 13 de abril de 2014, junto a la comunidad y con el acompañamiento de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, decidieron ir casa por casa, de la calle Puente Nayero del barrio Playita en la comuna 4 de Buenaventura, a expulsar a los actores armados ilegales de su territorio.


Así se dio origen al Espacio Humanitario Puente Nayero, protegido con medidas cautelares otorgadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos – CIDH –, mediante Resolución 25/2014 de Medida Cautelar No. 152-14. consolidándose como un territorio libre de ocupación y presencia de grupos armados ilegales.


Una comunidad que resiste los embates de la violencia


Sacar los actores armados fue un acontecimiento que prácticamente condenó a Orlando y a las 302 familias, que forman parte de las Comunidades Construyendo Paz en los Territorios – CONPAZ – que participaron de esta iniciativa de resistencia contra la violencia, a vivir protegidos y con garantías para la vida, dado que han recibido amenazas de muerte desde la creación del Espacio Humanitario.


El 8 de mayo de 2014 Orlando Castillo recibió dos llamadas, en la primera, según registró la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, un hombre le manifestó: “te vamos a matar por cada muchacho que me cojan de la calle te vamos a matar”. Luego, horas más tarde, desde el mismo número telefónico, la misma voz le advirtió: “no deje salir a la policía de allí porque le van a dar bala”.

Ubicación del Espacio Humanitario Puente Nayero. Mapa elaborado por Esteban Tello para PARES.

La violencia acecha los terrenos ganados al mar


El reciente atentado contra el líder social y defensor de derechos humanos Orlando Castillo hace parte de un repertorio de violencia como represaría contra los habitantes de Puente Nayero. Resaltan los homicidios de dos jóvenes de 16 y 17 años residentes de Puente Nayero quienes se negaron a ser reclutados por parte de las AGC/Clan del Golfo y fueron asesinados a cien metros del Espacio Humanitario.


Otro caso lamentable, fue el asesinato en 2017 de la lideresa Emilsen Manyoma quien había denunciado las denominadas casas de pique en Buenaventura y ayudó a la consolidación del Espacio Humanitario de Puente Nayero, hecho atribuido al entonces grupo armado organizado Los Urabeños.


Por otro lado, las denuncias de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz por los acontecimientos a inicios de este año: reclutamiento de jóvenes por parte del grupo armado organizado AGC/Clan del Golfo y presencia de miembros de esta agrupación al interior del Espacio Humanitario, quienes intentan retomar el control de Puente Nayero, dejan un panorama preocupante para las comunidades que habitan los terrenos ganados al mar en el sector de la Isla.


El Gobierno nacional y las tareas pendientes


La situación de Orlando Castillo tras el atentado del domingo, es el reflejo de la realidad que están enfrentado los líderes sociales en Colombia desde la firma de los acuerdos de paz, lo que evidencia muchas labores pendientes por parte del Gobierno nacional en el rastreo, análisis y respuestas concretas que permitan prevenir la violencia contra los líderes sociales y defensores de Derechos Humanos en el país.


Una señal del desfase entre la realidad y las acciones del Gobierno, más allá de no aceptar la sistematicidad en el asesinato de líderes y lideresas, además de las cifras variantes, es que no han podido validar con las organizaciones sociales, por parte de la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, la “Política Pública de Protección Integral y Garantías para Líderes y lideresas sociales, Comunales, Periodistas y Defensores de los Derechos Humanos”.


Una política pública que la exministra Nancy Patricia Gutiérrez dejó en ‘documento marco’ y que requiere acelerarse por parte de la nueva Ministra del Interior Alicia Arango para construir el documento CONPES; y, en términos de voluntad política, que en verdad recoja medidas estratégicas que garanticen la defensa de los Derechos Humanos en Colombia.

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