Por: Daniela Quintero. Redacción Pares
El Comité Internacional de la Cruz Roja – CICR, publicó este jueves el balance anual sobre los “Retos Humanitarios 2019”, en el que se revela la grave situación humanitaria en más de siete departamentos del país durante el año pasado.
De acuerdo con el CICR, en el 2017 hubo 14.594 personas desplazadas forzosamente frente a las 27.780 de 2018. En ese sentido, aumentó en 90% este fenómeno. “Hubo un deterioro significativo de las condiciones de seguridad. No hemos visto ninguna mejora, y hemos visto a personas, civiles, familias en situaciones más difíciles, más precarias, más expuestas a todo tipo de violencia tras la salida de la exguerrilla Farc de las zonas históricamente ocupadas», indicó Christoph Harnisch, jefe de la Delegación del CICR en Colombia.
Otro factor que destacó el organismo internacional para que aumentaran los hechos de violencia en las regiones, fue el vacío estatal que se ha suplido con la presencia de otros actores armados.
Las Farc y el anterior gobierno firmaron el Acuerdo de Paz en noviembre de 2016, que prometió mejorar las condiciones de vida a las poblaciones golpeadas por el conflicto: acceso a los servicios básicos, mayor seguridad y más oportunidades de desarrollo, sin embargo, organismos alertan que esa paz anhelada se podría estar quedando en el papel.
Aumenta la cifra de desplazados
De acuerdo con el CICR, en el 2017 hubo 14.594 personas desplazadas forzosamente frente a las 27.780 de 2018. En ese sentido, aumentó en 90% este fenómeno.
Para muchos habitantes, la paz nunca llegó y, en muchos casos, la situación de seguridad se ha deteriorado seriamente.
«La situación es ahora más compleja que en el momento de la firma del Acuerdo de Paz con las FARC-EP. Varios departamentos del país han experimentado un claro deterioro de la situación humanitaria, a lo que se unen las dinámicas conflictivas en las fronteras y la extrema vulnerabilidad de los migrantes que llegan a Colombia», agregó Harnisch.
Durante la presentación del balance anual «Retos Humanitarios 2019», Christoph Harnisch, jefe de la Delegación del CICR en Colombia, manifestó su preocupación ante la realidad que se vive en extensas áreas del país.
“Son poblaciones que tienen miedo y están desorientadas, hay amenazas, muertes selectivas, enfrentamientos y desplazamientos masivos, más en el 2018 que en el 2017.
En estas zonas donde hubo un deterioro en la seguridad, no hubo más servicios para satisfacer las condiciones básicas para estas comunidades. Esto “se llama ausencia del Estado”, puntualizó.
¿Cómo lo viven las comunidades?
El municipio El Bagre, Antioquia, es una de las zonas donde se han aumentado los desplazamientos, según el CICR.
Durante la investigación en territorio, hablaron con algunas de las víctimas como Onnis Yanith Mosquera quien expresó que “ya no encontraba nada que hacer, miedo también por los grupos armados que se tomaron el pueblo”.
“Empiezan a haber enfrentamientos y uno mantiene amenazado porque uno escucha todo”, agregó.
Cabe destacar que Colombia cuenta con más de 80.000 desaparecidos en el marco del conflicto armado, según el Registro Único de Víctimas.
En zona rural del departamento de Chocó, Eva Chaverra no volvió a ver a su hijo desde 1999. Estuvo desaparecido durante 9 años y en 2018 el CICR le entregó le entregó el cuerpo de Gilberto, su hijo.
“Un grupo armado lo asesinó en el río Munguidó. Yo seguí pendiente y y toda la información que me daban era que lo habían matado, que lo habían matado, que lo habían matado, pero nunca encontraron su cuerpo”, expresó Chaverra sobre la angustiosa búsqueda de Gilberto.
Colombia enfrenta cuatro conflictos armados
El CICR ha categorizado cinco conflictos armados de carácter no internacional en Colombia, y está estudiando otros casos, sobre todo en los departamentos en Norte de Santander, Arauca, Caquetá, Meta, Putumayo, Nariño, y toda la costa pacífica.
Según su actual clasificación jurídica, Colombia enfrenta cuatro conflictos armados entre el Estado y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Ejército Popular de Liberación (EPL), las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y las antiguas estructuras del Bloque Oriental de las FARC-EP que no se acogieron al proceso de paz.
A los anteriores se suma el conflicto entre el ELN y el EPL, que en los últimos meses ha afectado significativamente a la región de Catatumbo.
“Para la población civil del Catatumbo, el conflicto armado no internacional entre el EPL y ELN es el factor que ha empeorado sus condiciones de vida. Es por eso que en esta zona hubo más desplazamientos masivos”, agregó Harnisch.
Así las cosas, para la organización, el nororiente de Colombia fue una de las zonas más afectadas por el conflicto armado en 2018.
Como lo registró, en 2017 ocurrieron 57 incidentes violentos, y en 2018 aumentaron a 221. Y lo que va corrido del 2019 se han registrado 76 incidentes. “Este es un indicador de las dinámicas conflictivas que el derecho internacional humanitario llama conflictos armados no internacionales”, apuntó.
En definitiva, la salida de las Farc de las zonas que ocupaban históricamente conllevó a un vacío de poder que produjo la presencia de otros grupos armados que actualmente se disputan por el control territorial.
Y como lo señaló el CICR no hubo suficientes esfuerzos del Estado para poner a estas zonas como prioritarias.