Por: Lizeth Serrato Contreras
Foto tomada de: Semana
Durante los últimos días el boom noticioso ha sido lo que parece ser la última voluntad de la empresa de energía AIRE-E: ser intervenida por el Ministerio de Minas y Energía de forma inmediata; y es que este grito de auxilio se toma en la asfixia que le genera a la compañía el peso de la crisis financiera que afronta. AIR-E opera en el Atlántico, Magdalena y Guajira desde el 2020 después de que se intervino y liquidó su antecesora: Electricaribe. En lo corrido de las últimas semanas se destapó una olla hirviendo en el Caribe y frente a este panorama se da la impresión de que los departamentos de la Costa cuentan con la mala racha de que la compañía encargada de suministrar la electricidad no da la talla para garantizarle el servicio a la comunidad. Con el temor de no saber que sucederá con Air-e han surgido una serie de pronunciamientos y reacciones por parte de los usuarios e incluso dudas sobre quien intervendrá y que medidas tomarán.
En materia de acción, Carlos Diago será el ingeniero eléctrico delegado por el Gobierno para la intervención de la empresa, cuya misión será salvar las finanzas de la misma y darle un respiro en la coyuntura, sin embargo, en las pocas horas que lleva el ejercicio, el funcionario se refirió a una posible suspensión del servicio a nivel Costa, además de asegurar que la compañía presenta obligaciones pendientes que implicarían un apagón masivo. La intervención la solicita la misma Air-e por el dolor de cabeza que le generaba la situación financiera, frente a esto Diago propone que se tomen recursos del fondo empresarial destinado justamente para este tipo de eventualidades, de manera que se le garantice la energía a la región.
De acuerdo a la experiencia del ingeniero el primer paso a darse es una revisión exhaustiva y rigurosa de las finanzas de la empresa durante los últimos tres meses del presente año, posterior a ello se tomarán decisiones a nivel estructural y administrativo, y se calculará cuánto dinero necesita Air-e para continuar con la operación pese al estado de emergencia actual.
Según las ultimas noticias publicadas por Caracol Radio, la Superintendencia de Servicios Públicos emitió una alerta por posibles sabotajes en el área operacional y administrativa que puede desencadenar la suspensión del servicio a mas de 1 millón de usuarios, además del ciberataque que sufrió la plataforma de la empresa en las últimas horas. De ser así, este suceso representaría la cereza del pastel, postre que seguramente se derretiría por falta de luz para conectar las neveras o por las altas temperaturas que azotan a la Costa.
Con esta oleada de noticias sobre la intervención a Air-e en donde se informa y desinforma a la comunidad, solo queda una alternativa: sentarse en el patio de la casa con abanico de mano a esperar si Air-e contará con la misma surte que Electricaribe o si por el contrario resurgirá de las cenizas que deja el fuego en el que hoy arde la energía de la gente.
La situación de AIR-E es realmente preocupante y resalta la fragilidad del sistema de servicios públicos en la región caribeña. La intervención del Gobierno y la designación de Carlos Diago como ingeniero delegado son pasos necesarios para intentar estabilizar la empresa. Sin embargo, la posibilidad de apagones masivos y el impacto de un ciberataque agravan aún más la crisis, afectando a más de un millón de usuarios. Es crucial que se tomen medidas efectivas para garantizar un suministro eléctrico continuo y que se aborden las vulnerabilidades que enfrenta la compañía. La comunidad necesita respuestas rápidas y soluciones sostenibles para evitar un colapso mayor en el servicio de energía.