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Aborto: retroceso en Estados Unidos

Por: María Victoria Ramírez


La Corte Suprema de los Estados Unidos anuló la histórica decisión de Roe v. Wade que garantizaba desde 1973 el derecho al aborto legal y seguro. Según el New York Times, la decisión de la Corte Suprema del viernes 24 de junio fue inmediatamente recibida con celebración e ira. Las multitudes se reunieron en ciudades como Washington, Nueva York, Atlanta y Los Ángeles cuando muchos estados prohibieron el aborto y las clínicas dejaron de ofrecer el procedimiento.


A medida que la revocación del derecho al aborto por parte de la Corte Suprema se hizo sentir entre los estadounidenses el viernes, las protestas aumentaron en Washington, D.C. y en los centros de las ciudades, plazas y parques de todo Estados Unidos. Afuera de la Corte Suprema una multitud dividida que había comenzado a reunirse temprano en el día se había convertido en miles de manifestantes por el derecho al aborto, en su mayoría indignados, chocando por la noche con pequeños grupos de alegres activistas contra el aborto que hicieron burbujas y celebraron el fin de la garantía federal de acceso a un medio seguro y legal de interrumpir el embarazo.


“Todos estos hombres aquí afuera que cantan contra el aborto y están entusiasmados y felices, sonriendo, cantando canciones y riendo, es realmente repugnante”, dijo Victoria Larsen, una manifestante, tratando de contener sus emociones mientras un grupo antiaborto cantaba alrededor de ella.


El Wall Street Journal recogió las reacciones del expresidente Barack Obama y la exprimera dama Michelle Obama, quienes expresaron su consternación por la decisión de la Corte Suprema de anular el derecho constitucional al aborto e instaron a la gente a ver el fallo como un llamado a la acción.


“Durante más de un mes sabíamos que llegaría este día, pero eso no lo hace menos devastador”, dijo Obama en Twitter, y agregó que la corte “relegó la decisión más íntima y personal que alguien puede tomar a los caprichos de políticos e ideólogos, atacando las libertades esenciales de millones de estadounidenses”.


“Estoy desconsolada por las personas de este país que acaban de perder el derecho fundamental a tomar decisiones informadas sobre sus propios cuerpos”, dijo la Sra. Obama en un comunicado. Los Obama instaron a la gente a involucrarse con grupos que abogan por el derecho al aborto.

“Esta horrible decisión tendrá consecuencias devastadoras y debe ser una llamada de atención, especialmente para los jóvenes que soportarán su carga”, dijo la Sra. Obama.


Durante el desfile del orgullo gay en Nueva York, el domingo 26, también hubo manifestaciones en contra de la decisión de la Corte. Dos carteles capturaron mi atención: el de Judíos Queer por la justicia reproductiva que rezaba Keep your laws off our bodies “Mantengan sus leyes fuera de nuestros cuerpos” y Don't equate law with justice. Abolish life time appointments #makethemretire “No equiparen la ley con la justicia. Abolan los nombramientos vitalicios #haganquesejubilen”.




El Center for Reproductive Rights “El Centro de Derechos Reproductivos” (CRR) es una organización mundial de derechos humanos de abogados y defensores que garantizan que los derechos reproductivos estén protegidos por ley como derechos humanos fundamentales para la dignidad, la igualdad, la salud y el bienestar de todas las personas. Según su portal, esta es una decisión devastadora que repercutirá por generaciones. La Corte Suprema de los Estados Unidos abandonó su deber de proteger los derechos fundamentales y revocó Roe v. Wade, dictaminando que no existe el derecho constitucional al aborto. Esta decisión, que abandona casi 50 años de precedentes, marca la primera vez en la historia en que la Corte Suprema ha eliminado un derecho fundamental.


Es probable que la decisión de la Corte lleve a que la mitad de los estados de EE. UU. tomen medidas inmediatas para prohibir el aborto por completo, obligando a las personas a viajar cientos y miles de kilómetros para acceder a servicios de aborto o a tener embarazos en contra de su voluntad, una grave violación de sus derechos humanos.


De acuerdo con el CCR “la opinión de la Corte lanza una bola de demolición al derecho constitucional al aborto, destruyendo las protecciones de Roe v. Wade e ignorando por completo a una de cada cuatro mujeres en Estados Unidos que toma la decisión de interrumpir un embarazo”, dijo Nancy Northup, presidenta y CEO del Centro de Derechos Reproductivos en un comunicado. “Si bien el apoyo público para el acceso al aborto está en su punto más alto, la Corte ha alcanzado un nuevo mínimo al quitar, por primera vez en la historia, una libertad personal garantizada constitucionalmente”.


La decisión se tomó en el caso de Dobbs contra la Organización de Salud de la Mujer de Jackson, un caso que desafía la prohibición del aborto en Mississippi, presentado por el Centro de Derechos Reproductivos y sus socios en nombre de la Organización de Salud de la Mujer de Jackson, la única clínica de aborto que queda en el estado. Mississippi apeló ante la Corte Suprema después de que la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito confirmara un fallo de la corte federal de distrito que otorgaba una orden judicial permanente contra la prohibición.


Con este fallo, la Corte, por mayoría, ratifica la prohibición estatal y abandona el derecho constitucional al aborto. La decisión no solo permite que la prohibición de Mississippi entre en vigor, sino que allana el camino para que la mitad de los estados del país intenten prohibir el aborto por completo en los próximos días y semanas.


El retroceso en materia de aborto en Estados Unidos es un legado de Donald Trump. El 26 de diciembre de 2020, un periódico los Ángeles Times afirmaba lo siguiente: “en algo coinciden todos en el espectro político de Estados Unidos: el presidente Donald Trump ha dejado una huella profunda en los tribunales federales, tan honda que durará mucho más que su único término de cuatro años en la Casa Blanca. Cuando era candidato, Trump usó la promesa de nombrar a jueces conservadores para conseguir el apoyo de republicanos escépticos. Luego, como presidente, Trump y su equipo de la Casa Blanca se apoyaron en organizaciones legales conservadoras y el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, para llenar implacablemente, casi robóticamente, casi todas las vacantes en la judicatura federal —más de 230 jueces en las bancas federales, incluso a tres nuevos miembros de la Corte Suprema— sin ser disuadidos por los demócratas.”


Es una paradoja que solo en un mismo año, con tan solo cuatro meses y tres días de diferencia, la Corte Constitucional colombiana y la Corte Suprema de los Estados Unidos hayan tomado decisiones totalmente opuestas sobre el mismo asunto vital, la primera garantizando el derecho y la segunda, cercenándolo. Eso no puede más que dejar una lección: la lucha por los derechos es permanente, es un continuo, no se puede bajar la guardia. Ninguna conquista está garantizada y los enemigos de las libertades individuales están siempre agazapados esperando para dar el zarpazo. La presa esta vez son los cuerpos de las mujeres estadounidenses.

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