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Foto del escritorKaterin Erazo

A dos días de la instalación de la mesa de diálogo de paz con el Estado Mayor Central

Por: Katerin Erazo, periodista

Foto tomada de: Alcaldia de Tibú


La tan esperada mesa de diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y el Estado Mayor Central (EMC) de las FARC está a punto de convertirse en una realidad palpable. Según lo anunciado por la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP), esta histórica reunión se llevará a cabo en el municipio de Tibú, Norte de Santander, a partir del próximo 8 de octubre, marcando un hito en el proceso de reconciliación en Colombia.


Este logro representa el resultado de un arduo trabajo que se ha estado llevando a cabo desde el año 2022, con el apoyo constante de actores internacionales, incluyendo al Representante en Colombia del secretario general de la ONU, la MAPP-OEA, la Conferencia Episcopal y el Consejo Mundial de Iglesias.


El municipio de Tibú se ha convertido en el epicentro de este importante evento, que busca poner fin a décadas de conflicto y violencia en el país. A pesar de los recientes incidentes de violencia que han tenido lugar en el departamento del Cauca, protagonizados por disidencias de las FARC, así como los desacuerdos entre el Gobierno Nacional y el Estado Mayor Central, la instalación de la mesa de diálogos se llevará a cabo según lo programado.


Desde la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, ha confirmado la fecha de inicio de esta mesa de diálogo, resaltando que es el resultado de un esfuerzo sostenido y el apoyo de la comunidad internacional.


El evento de instalación contará con la presencia de representantes de diversos países que han participado como testigos en los preparativos de esta mesa. Además, el Gobierno Nacional se ha comprometido a garantizar la activa participación de la comunidad del Catatumbo, junto con sus autoridades locales y departamentales.


El presidente Gustavo Petro destacó que el respeto hacia la población civil y sus derechos son fundamentales para lograr la paz duradera. También enfatizó la importancia de las transformaciones territoriales como un pilar clave en este proceso de reconciliación.

En respuesta a la declaración de Iván Lozada en nombre del Estado Mayor Central FARC-EP, en la que reafirma la decisión de mantener un cese de acciones ofensivas hasta la instalación de la mesa de diálogo de paz, el Gobierno ha expresado su apoyo a esta medida positiva, especialmente en medio de las tensiones armadas en el departamento del Cauca.


La implementación del cese al fuego bilateral es uno de los temas más polémicos en la agenda de negociación, dado el reciente aumento de la violencia en la región. La eficacia de este cese al fuego dependerá de la seriedad y la capacidad tanto del Estado Mayor Central como del Gobierno Nacional.


Según Francisco Daza, coordinador de la Línea de Paz, Posconflicto y Derechos Humanos de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), la expectativa con esta mesa de diálogo con el EMC es que se pueda proporcionar garantías para reducir la violencia ejercida por dicho grupo en todo el territorio nacional. Sin embargo, existen incertidumbres acerca de si este proceso conducirá a un cese al fuego con el grupo armado.


En cualquier caso, Daza explicó que este paso es importante, ya que se suma a la mesa de negociación existente con el ELN y puede sentar bases iniciales para lograr compromisos más sólidos en busca de la paz por parte del Estado Mayor Central. Francisco Daza mencionó que esto cobra especial relevancia dado que nos encontramos cerca de un periodo electoral, y es crucial que, idealmente, esta mesa de diálogo genere acuerdos para evitar sabotajes a las elecciones y la realización de acciones armadas durante este período electoral.


Aunque no podemos predecir el resultado con certeza, como en el caso de todos los procesos de paz, existe un amplio interés y expectativas sobre lo que se pueda acordar con este grupo armado, especialmente teniendo en cuenta la persistente violencia en la región.

Francisco Daza señaló que en Cúcuta no se observa una presencia destacada del Estado Mayor Central. En cambio, en esta región, la influencia principal recae en el ELN y grupos delictivos organizados como el Tren de Aragua. No obstante, es esencial lograr un acuerdo en el Catatumbo debido a la presencia del Frente 33 del Estado Mayor de las FARC y del ELN. Se espera que dicho acuerdo se traduzca en una disminución de las acciones armadas por parte del Frente 10 en Catatumbo y también del Frente 10 en Arauca, especialmente en lo que respecta a la región fronteriza.


Es relevante mencionar que la mayoría de las acciones de estos grupos no están dirigidas exclusivamente contra la fuerza pública, ya que en la actualidad, en Norte de Santander y Catatumbo, prevalece una especie de tregua tensa entre el Estado Mayor Central y el ELN. En contraste, en Arauca, se han observado recientes conflictos complejos entre estos grupos. Por lo tanto, es importante considerar cómo lo acordado con el Estado Mayor Central puede contribuir a un esfuerzo conjunto para suspender las acciones armadas dirigidas hacia el ELN.

La Iglesia Católica en Tibú ha desempeñado un papel crucial como garante en este proceso y ha expresado su respaldo a la reconciliación y al diálogo sincero como medios para alcanzar la paz. Monseñor Israel Bravo, obispo de la diócesis de Tibú, destacó: “Esperamos que los resultados en el territorio sean evidentes, que cesen las extorsiones, el reclutamiento de menores y los actos violentos que a veces azotan la región”.


A medida que se acerca la fecha de inicio de las conversaciones de paz en Tibú, la comunidad local se moviliza con determinación. Los habitantes de la región, conscientes de la importancia de este diálogo, han unido esfuerzos en múltiples frentes para embellecer su municipio y mejorar su infraestructura. Este compromiso no solo refleja su apoyo al proceso de paz, sino también su deseo de crear un entorno propicio para las próximas negociaciones.


Desde diversos sectores económicos y sociales, la comunidad de Tibú ha colaborado activamente para llevar a cabo una serie de mejoras en el municipio. Calles repavimentadas, plazas recién embellecidas y parques revitalizados son solo algunas de las transformaciones que han tomado lugar.

El 07 de octubre, en la víspera del inicio oficial de las conversaciones, Tibú se prepara para una serie de eventos que tendrán lugar en su polideportivo. Estos eventos servirán como preludio a la instalación de la mesa de negociación programada para el 08 de octubre. En esta fecha, La Fundación Paz & Reconciliación (Pares) se unirá a este espacio con el propósito de documentar y recopilar las voces de los protagonistas que se han identificado como parte de la sociedad civil, la cual desempeñará un papel fundamental en la inauguración de la mesa.


Pares busca capturar las perspectivas tanto de la delegación del Gobierno, como de los delegados del Estado Mayor Central durante la instalación de esta mesa. La intención es realizar un seguimiento exhaustivo de las expectativas en torno a esta instalación de la mesa, cubriendo no solo el acto de instalación en sí, sino también los puntos que se acuerden.


Además, se desea registrar las reacciones tanto del Gobierno como del Estado Mayor Central y la población civil que estará acompañando la mesa después de su establecimiento. También, el objetivo es presentar lo que se haya acordado y lo que no, y a partir de ahí, realizar análisis para anticipar lo que podría suceder en función de lo que se acuerde en la mesa de negociación.




 

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