
Sobre la medianoche de este 27 de enero el gobierno de Estados Unidos confirmó que el gobierno de Colombia aceptó los términos del presidente Trump en donde se incluía la aceptación irrestricta de los colombianos en condición irregular regresados de Estados Unidos. Puede decirse que Colombia tiene matricula condicional. Este fue el relato de una crisis que duró doce horas y que puso a Colombia en vilo.
Como se esperaba la acción contra los inmigrantes ilegales en Estados Unidos ha sido inmediata y agresiva. Algunas redadas se realizan sin ordenes judiciales. El encargado de hacerlas son los agentes del servicio de inmigración y control de aduanas. Esta medida podría afectar a cerca de cinco millones de niños nacidos en los Estados Unidos pero cuyos padres viven en situación irregular. La administración Trump, con un puñetazo en la mesa, sentó su postura: “los delincuentes ya no podrán esconderse en las escuelas e iglesias de Estados Unidos para evitar ser arrestados”. Por eso estos operativos se realizan con agentes armados hasta los dientes, haciendo entradas realmente atemorizantes, un exceso desmedido de fuerza ante gente que está desarmada.
El pasado 21 de enero la administración Trump detuvo a 308 inmigrantes con el argumento de que eran una amenza para el país al catalogarlos como “graves criminales”. Ante estas medidas Petro ya había tomado su postura a través de X: “No quieren venezolanos, no quieren puertorriqueños, no quieren colombianos. Pues dejémoslos un rato solos, a ver como les va, porque creo que somos nosotros los que nos vamos a ayudar, entre nosotros”.
Esto generó una furiosa respuesta de Trump contra funcionarios del gobierno Petro y simpatizantes a los que se les retiró la visa. Las citas que tenían los colombianos en la embajada norteamericana para este lunes 27 de enero quedaron canceladas. Además el presidente norteamericano sentenció que los aranceles a los productos colombianos subirían un 25%.