Una comisión del Ministerio Público visitó las cuencas de los ríos Mayorquín y Yurumanguí en Buenaventura y encontró varios pueblos fantasmas debido a los combates entre la Segunda Marquetalia y las disidencias “Jaime Martínez”. En algunas zonas, como Isla Pelada y el caserío de Lobo, no se encontró a ninguna familia, mientras que en otras, como Calle Larga y Papayal I, algunas personas permanecen confinadas. Además, se informó que cerca de 700 niños de la zona no han podido volver al colegio debido al desplazamiento, lo que afecta su educación y socialización.

El defensor del Pueblo Regional Pacífico, David Torres, destacó que muchos de los pueblos afectados solo tienen la presencia de unas pocas familias, mientras que la mayoría se encuentra desplazada en Buenaventura. La Armada Nacional anunció que continuará con operativos en la zona para proteger a la población civil y permitir su retorno a sus hogares.

El Personero Distrital, Edwin Patiño, afirmó que muchos de los menores necesitan el apoyo de las autoridades y que los que han regresado lo han hecho en condiciones difíciles. La situación de los pueblos fantasmas evidencia los efectos del conflicto armado en Colombia y la necesidad de proteger a la población civil en zonas de confrontación.