Avanza el diálogo entre el Gobierno y el ELN en La Habana, Cuba, en su tercer ciclo de conversaciones. Ambas partes están trabajando en la estructuración de un cese al fuego bilateral a nivel nacional, con un monitoreo especial para asegurar su cumplimiento y evitar la interferencia de otros grupos armados. El respaldo de la iglesia católica y la comunidad internacional se busca para respaldar este acuerdo, y se espera la participación de las comunidades en la vigilancia de su implementación.

En esta ronda de negociaciones, se están logrando avances en otro tema importante: la participación de la sociedad civil en el proceso de paz. Tanto el Gobierno como la delegación del ELN se enfocan en garantizar la protección de los ciudadanos para permitir una participación efectiva y satisfacer las demandas de las comunidades en las zonas afectadas por el conflicto armado. Se busca lograr transformaciones democráticas en ámbitos económicos, sociales y culturales que promuevan la prosperidad de la población civil.

Otro aspecto clave que se aborda en la mesa de diálogo es la implementación de acciones humanitarias y el desescalamiento del conflicto. El cese al fuego y la reducción de la violencia son elementos fundamentales para llegar a las comunidades con programas estatales que impulsen economías legales en lugar de las actividades ilegales. El objetivo principal es que las comunidades sean las principales beneficiarias del proceso de paz con el ELN, a través de acuerdos que se formalizarán al concluir este tercer ciclo de conversaciones que ya completó tres semanas de negociación.