
Este 28 de abril se cumplen cinco años del inicio del estallido social en Colombia. Sólo la contigencia que se implementó a partir de la pandemia en el 2021, interrumpió las protestas que empezaron en noviembre del 2019 y que fue la respuesta a la propuesta de reforma tributaria que presentó al congreso el entonces ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla. Aunque el proyecto de reforma tributaria fue retirado por parte del gobierno de Iván Duque la gente permaneció en la calle, exigiendo, entre otras cosas, un país con mayor equidad.
Pero el costo que pagó el pueblo fue muy alto. Según Rutas del Conflicto el estallido social, que duró, aproximadamente, entre el 28 de abril del 2021 y el 20 de julio del 2022, dejó 80 víctimas mortales. Además, según un informe de Amnistía Internacional, fueron más de cien los heridos por trauma ocular durante el periodo que va del 28 de abril al 12 de diciembre del 2021. Según un informe entregado por la ONG Temblores, entre el 28 de abril y el 12 de mayo se registraron al menos 2.110 casos de violencia por parte de la fuerza pública, dentro de los cuales se presentaron 362 casos de violencia física, 39 homicidios, 1055 detenciones arbitrarias contra manifestantes, 442 intervenciones violentas en el marco de protestas pacíficas, 30 víctimas de agresiones oculares, 130 casos de disparos de armas de fuego, 16 víctimas de violencia sexual y 3 víctimas de violencia basadas en género.
Lo curioso es que el gobierno de Iván Duque, ni su ministro de defensa, ni el entonces director de la policía, han recibido algún tipo de amonestación judicial por estos hechos. Que el quinto aniversario del estallido social sea una excusa para volver a nombrar a los que se fueron. La fuerza del olvido no los podrá arrasar.