Las dos voces de líderes que el Clan del Golfo apagó en Toledo, Antioquia

Pocos hemos escuchado hablar de Toledo, Antioquia. Está ubicado a 2.000 metros de altitud sobre el nivel del mar, y el clima no puede ser más agradable. El primer contacto con la violencia extrema lo vivieron los nativos que estaban acá antes de que llegaran los conquistadores. Se llamaban los nutabes y la máxima autoridad era el cacique Guarcama. Pero llegaron Andrés de Valdivia y sus hombres, la tierra fue quemada y, poco a poco, volvió a renacer.

Pero el bucle de violencia parece eternizarse en este lugar. Bien entrado el siglo XX, entre el año 1996 y 2006, el Bloque Mineros de las AUC entró con toda su furia a Toledo. Según un informe del Centro de Memoria Histórica: En el período de 1994 a 2006, el Bloque Mineros desarrolló los más crueles repertorios de violencia que se hayan conocido en los territorios donde actuó, los cuales incluyeron masacres, desapariciones forzadas, asesinatos selectivos, desplazamientos forzados, violencia sexual, entre otros, que dejaron una larga estela de víctimas y daños. También logró la consolidación de las economías criminales asociadas al narcotráfico y la minería. Además, hizo parte del proceso de aniquilación, desplazamiento y contención de expresiones políticas de izquierda y alternativas que se dio en todo el país. Su accionar contrainsurgente cobró la vida de militantes de movimientos políticos como la UP, A Luchar o el Movimiento 27 de febrero, entre otros.
 

2.700 hombres, pertenecientes a este bloque, entregaron sus armas en el año 2006. Sin embargo, la violencia ha venido cambiando de nombre. Las heridas no se cerraron. Algunos líderes pidieron crear una Casa de la Memoria para recordar, siempre, todos los días, el horror que se ha vivido. Pero no se han conseguido los recursos para hacerlo. El Clan del Golfo ha ubicado a Toledo en su zona de influencia. Líderes como Eucario Callejas decidieron levantar la voz, aún más fuerte que el ruido que hacen los fusiles al disparar.

Él era, hasta antes del fatídico 22 de junio de 2025, el líder más reconocido de la Junta de Acción Comunal de la vereda Helechales. Ante amenazas como el despejo y el desplazamiento que ha vivido su gente, Callejas se convirtió él mismo en un refugio, en un viento de esperanza. “Su compromiso era con el territorio y con la organización campesina” comentan en una cuenta de IG una de las personas que lo conoció.
 
El pasado 22 de junio, mientras se encontraba en su casa, en Helechales, un comando del Clan del Golfo entró y se lo llevó, junto a uno de sus compañeros de lucha en la Junta de Acción Comunal, Hernando Acevedo.
 

La Defensoría del Pueblo, a través de la alerta temprana 019 del 2023, ya había advertido sobre el peligro que corría la comunidad y, sobre todo los líderes, por la presencia de actores armados como el Clan del Golfo. En esa zona está el frente Hernando Rozo Bertel del Clan del Golfo y los frentes 18 y 36 de las disidencias de las FARC.

Callejas y Acevedo eran dos de las voces más fuertes que tenía la gente para protegerse de lo que parece inevitable: la guerra no tendrá fin en Toledo, Antioquia. Ahora todos se sienten más solos, más tristes.