
La noticia se repite una y otra vez. Cada mes aparece un titular parecido a este. Otra vez las disidencias de las Farc, buscando hacerle daño a la fuerza pública, termina siendo letal para la población civil. El pasado 26 de marzo estallaron siete artefactos en dos municipios, Piendamó y El Patía. Esa era la manera como la que se celebraba el natalicio de Manuel Marulanda Vélez, jefe supremo de las FARC. El saldo fue trágico, un soldado muerto y 88 civiles heridos. Los autores fueron el Bloque Occidental Jacobo Arenas, específicamente la columna Dagoberto Ramos y los frentes Jaime Martínez y Carlos Patiño.
Una vez estallaron los artefactos la policía reaccionó para ayudar a la población y ese fue el momento en el que los insurgentes empezaron a dispararle a los uniformados. Este sector de Piendamó es altamente comercial por eso se le conoce como el de Panaderías y Droguerias. Era cerca del mediodía y la gente estaba en la calle. Habían olvidado que ese día se celebraba un aniversario más del nacimiento de Manuel Marulanda Vélez.

Ese miércoles 26 de marzo se registraron por lo menos diez ataques en el Cauca. En Cajibío el ataque tuvo una característica especial, se hizo a través de drones explosivos. El terror vino acompañado de un video de Iván Mordisco, jefe máximo de las disidencias en el Cauca exaltando a Manuel Marulanda como uno “de los guerrilleros más destacados en Colombia y Latinoamérica” y aseguró que su legado “es la luz que guía a las disidencias”. Además lanzó una perla, que el 26 de marzo debería considerarse como el día en que se celebra “El día internacional de los derechos de los pueblos a la rebelión armada” Mordisco, quien es uno de los insurgentes que abjuró sobre la firma de paz de las antiguas Farc, liderada por Timochenko, siguió criticando esta decisión del antiguo secretariado de haber pactado una paz sin tener en cuenta a la guerrillerada.
