
Sobre las seis de la tarde el presidente Gustavo Petro se dirigió al mundo a través de la 80 Asamblea General de las Naciones Unidas. El retraso se dio por los 56 minutos que se tomó el presidente Donald Trump. Hay que recordar que, según lo estipulado, cada mandatario tenía 15 minutos para hablar, pero el norteamericano, fiel a su estilo, entró atropellando. El director de nuestra fundación, León Valencia, fue invitado para analizar el discurso del presidente en la ONU. Sobre la intervención de Trump dijo lo siguiente: “En su discurso Trump se dio el lujo de burlarse de todo el mundo. Fue muy vergonzoso y tampoco me pareció buena la actitud de Guterres, es una burla muy grande a los organismos internacionales”. Además se refirió a la sintonía que tiene el discurso del gobierno Petro con el mundo. “Petro tiene una audiencia, una gente que comparte sus ideas, algunos de ellos están en Europa, en China, comparte ideas con muchos países pero el rey de la ONU es EEUU. El discurso de Trump es un desafío al mundo”.
Petro, previo a su última intervención, había intervenido en varias reuniones durante el lunes. Se presentó como un presidente “descertificado” haciendo referencia a la decisión que tomó Washington de bajarle el pulgar a Colombia por su supuesto poco compromiso en su lucha contra la droga. Esta decisión, sumada a la amenaza de una invasión de EEUU a Venezuela debería preocuparnos. Sobre esto León Valencia afirmó: “Estoy más preocupado que Petro sobre la descertificación. Me preocupa los buques que puso EEUU en el Caribe con el argumento del narcotráfico. Esto es grave porque cualquier cosa que le pase a Venezuela le afecta inmediatamente a Colombia”
Completamente de blanco, en un homenaje a Gabriel García Márquez, uno de sus referentes culturales, apareció Gustavo Petro en la Asamblea General de la ONU. Empezó su discurso refiriéndose a Palestina y comparando los bombardeos en Gaza con los que han disparado Estados Unidos en el Caribe. Su tono fue desafiante, defendió su estrategia contra las drogas, que excluye la fumigación con glifosato y afirmó que su política no es anti-droga sino “Antinarcotraficante”.
La comparación con Palestina continuó y afirmó que a los campesinos en Colombia los masacran “como masacran a los niños en Gaza” señaló que los capos del narcotráfico en Colombia son aliados de Washington “No se si Trump sepa que su estrategia en el Caribe es asesorada por parapolíticos narcotraficantes que yo mismo denuncié siendo senador”. Afirmó. El presidente señaló que la descertificación fue un castigo personal a él y no al país. “En Colombia logramos detener la tasa de crecimiento de la hoja de coca que venía en alza en el gobierno anterior, pero a Duque no lo descertificaron”.
El centro de su discurso fueron los jóvenes que murieron después de que Trump decidiera lanzar un misil sobre una lancha en el Caribe. Recordó que la droga que mata más personas en EEUU es una droga hecha ahí, el fentanilo a la que se refirió como la “peor droga en la historia de la humanidad” Dijo además que era peor “la gasolina que el fentanilo”.
Fue el discurso más duro que recibió Trump en su casa, Nueva York, un discurso en el que Petro se jugó todo e intentó desquitarse de la cachetada que significó para su gobierno la descertificación. El fentanilo es 100 veces más potente que la morfina. “Trump no habla de vida, sólo amenaza y mata. En cambio en Colombia no hemos aumentado la tasa de homicidio”. Petro resaltó los números favorables en crecimiento de industria, de turismo y los bajos porcentajes de desempleo.
Los dardos no se dirigieron sólo al presidente norteamericano sino a sus predecesores en la presidencia. Fue un discurso que sin duda levantará una polvareda de opiniones.