El general Perón le tuerce el cuello a Milei en Buenos Aires

En diciembre de 2023, parecía que las fuerzas libertarias de Javier Milei habían derrotado para siempre el fantasma de Juan Domingo Perón. Desde los años cuarenta del siglo pasado, cuando irrumpió con toda su fuerza el general, el pueblo argentino quedó presa de un sentimiento, más que de una idea. La popularidad de su esposa Eva ha rebasado el ámbito de la política, las fronteras, y hasta se convirtió en una figura pop. Pero las décadas de Kirchnerismo pasaron de ser una bocanada de esperanza a la desazón suprema marcada por la hiperinflación, la corrupción y un populismo desquiciado.

Así que llegó Milei, no desde lo político, sino desde las redes sociales, desde los programas de cimento, como le dicen los argentinos a los programas de farándula, Milei empezó a lanzar sus diatribas contra el comunismo y un plan de gobierno enfocado a acabar directamente con el Estado. Desde la década pasada, con el auge de los genios de Silicon Valley, empezó a aparecer la palabra libertario. Así lo empezó a pregonar Elon Musk, quien se consideraba un hombre para el que el Estado no podía poner frenos. “Si no quiero ponerme un cinturón de seguridad en un auto o no ponerme la vacuna contra el Covid: ¿Quién podrá contra mí?”. Así que Milei arrasó con el 55 % de la votación en las presidenciales.

Pero los escándalos han estado a la orden del día. Sus agresivas reformas contra los jubilados, su participación recomendando a la gente invertir en bitcoins que han terminado siendo un fraude, las movidas de su hermana en varios casos de corrupción, Milei ya ha dejado de ser el faro moral que se vendió durante su carrera a la presidencia. El pasado domingo tenía en sus manos revalidar qué tan favorable sigue siendo para él la intención de voto.

Es que se realizaron elecciones en la provincia de Buenos Aires, que es el gran caudal electoral de Argentina y los resultados fueron desastrosos. Su partido, Libertad Avanza, alcanzó apenas un 34% de la votación, mientras que el peronismo de izquierda, ese que encarna Cristina Fernández de Kirchner, llegó al 47%. Milei, poco dado a la autocrítica, tuvo que reconocer su derrota: “Si alguien quiere empezar a reconstruir y avanzar, lo primero que debe hacer es aceptar los resultados”.

A pesar de su depuración del gasto público, el desempleo y la devaluación, eternos males de la economía argentina, reaparecen como viejos fantasmas. Esto le ha costado el voto popular. Y la que ha estado feliz en estos días es Cristina quien, a pesar de los escándalos de corrupción que han rodeado su gobierno, vuelve a tener el aire en la camiseta. Lo que queda claro es que la anunciada recuperación económica que prometía Milei se ha desinflado y que el León, como se autodenomina el actual presidente argentino, solo ha sido un gatico. Se vienen días difíciles para el líder máximo de los libertarios.