
Las alarmas las prendió el propio presidente en la noche del 3 de junio cuando habló de que la inteligencia del ejército había descubierto un plan para asesinarlo. Los responsables estaban en Dubái y tenían nombre: la Junta del Narcotráfico. Para el investigador del área de seguridad de la fundación Pares, Nicolas León: “Esto deviene de una organización que se llamaba la Junta Directiva y que fue creada en los años noventa. Estaban conformados por narcos de medio nivel que buscaban llenar los vacíos que habían dejado los grandes narcos colombianos, algunos asesinados, como Pablo Escobar; otros puestos presos, como los hermanos Rodríguez Orejuela”.
La Nueva Junta del Narcotráfico estaría conformada por viejos narcos colombianos que pagaron sentencia en Estados Unidos y regresaron al país con ganas de seguir delinquiendo. Entre ellos están Juan Francisco Caicedo y su hermano, a quien le dicen Don Lucho; Julio Lozano, alias Patricia; Claudio Silva Otálora, alias el Patrón, Oscar Pachón Rozo y Daniel “el Loco” Barrera, entre otros.
En un artículo publicado en la revista Cambio se explica el papel que cumplen estos narcos, que casi todos tienen algo en común: fueron capturados en el extranjero: “Las capturas de estos narcotraficantes fueron posibles gracias a operaciones conjuntas entre la Policía, la DEA y la Fiscalía, en su mayoría realizadas fuera del país. Todos fueron extraditados a Estados Unidos, donde negociaron rebajas de pena a cambio de colaborar. Muchos cumplieron entre cinco y siete años, y luego regresaron a Colombia”.
Una de las actividades a las que se dedicaron a su regreso fue el comercio de esmeraldas. Por eso habrían llegado a tener contacto con Julio Lozano Pirateque. En abril de 2025, fue asesinado Hernando Sánchez, heredero de Víctor Carranza, amo y señor de las esmeraldas, por un francotirador. Detrás de este crimen, según una investigación de la revista Raya, estaría una guerra detrás del trono, y el más interesado en sentarse en él sería Lozano Pirateque.
Así lo sostuvo también el presidente Petro en la alocución del 5 de junio. Pirateque es el nombre que habría afirmado otra muerte, la de Pedro Pechuga, ocurrida en junio de 2024. Le dicen el Esmeraldero y ha sido señalado de financiar la cocaína que se encontró en la finca en Guasca de Fernando Sanclemente, exembajador durante el gobierno Duque, quien además ha sido señalado por Estados Unidos de ser el “Jefe de jefes”. Pero su interés inmediato sería el de recuperar la gran mina de esmeraldas que actualmente funciona en Colombia y es la mina Santa Rosa y cuya disputa ha dejado una estela de muerte. Lozano Pirateque aparece en las grabaciones de alias Otoniel, máximo jefe del Clan del Golfo, quien fue extraditado en 2021 a los Estados Unidos, a pesar de los pedidos que se han hecho para que contara las verdades que necesita saber el país. Otoniel lo señala de ser un esmeraldero colaborador del Clan del Golfo, grupo que ha decidido ser uno de los actores de la llamada “guerra verde”.
Lozano Pirateque vive en Dubái, por eso la Dirección Nacional de Inteligencia está preparando una delegación para viajar a ese país de Oriente Medio y sostener reuniones con autoridades locales, e incluso poder hablar con viejos cabecillas que se han ido a vivir a ese país después de pagar sus penas.
Sin embargo, aún no hay pruebas suficientes para afirmar, como hizo el presidente, que sí existe una Junta del Narcotráfico que opere desde Dubái. Para el investigador Nicolás León, es difícil creer que grandes representantes de carteles mafiosos se logren articular para dar golpes como si fueran una gran agrupación transnacional del crimen. “Lo más destacable de lo que se ha dicho hasta ahora es el papel que juega acá Julio Lozano Pirateque”.
Lo cierto es que el Esmeraldero ha negado públicamente los señalamientos que le ha hecho el presidente. En el primer consejo de ministros televisado, el presidente dijo lo siguiente sobre Lozano: “Es innombrable. Julio Lozano Pirateque, ciudadano de Dubái, colombiano, que está matando a los esmeralderos, porque se quiere quedar con las esmeraldas. Por alguna razón cree que el presidente es su enemigo, porque allí hay un poco de gente que ha matado a nuestra gente”. En una entrevista que le hizo El Tiempo, Lozano Pirateque se defendió de los señalamientos y afirmó lo siguiente: “Me tuve que ir del país porque empezaron a hacerme montajes. Decidí salir cuando un abogado intentó involucrarme con el caso del embajador Sanclemente. Y yo estaba en Italia cuando me enteré de que habían matado a mi exsocio Luis Caicedo. ¿Cómo lo iba a entregar, como dicen, si ni siquiera estaba en el país?”.
Investigaciones como las que ha publicado la revista Raya han señalado sobre él: “Julio Alberto Lozano Pirateque es un viejo conocido del mundo de la mafia, señalado como un destacado narcotraficante del llamado “Cartel de Bogotá”, un grupo de narcos invisibles que permaneció en la sombra durante décadas. Lozano Pirateque fue socio del asesinado Luis Caicedo, alias Don Lucho, y del extraditado Daniel “el Loco” Barrera, quien fungía como la cara militar de la organización. Tanto Lozano como Luis Caicedo negociaron con los Estados Unidos y pagaron condenas irrisorias de seis y siete años de cárcel respectivamente, después de entregar más de cien millones de dólares y múltiples propiedades, de acuerdo con el medio de investigación Insight Crime”.
La última palabra sobre esto la tendrá el DNI, que viajará a Emiratos Árabes y comprobará la veracidad de estas acusaciones.