
China no se doblega ante nada, mucho menos ante Trump. Cuando el presidente norteamericano arrancó a imponer aranceles, China no se quedó con los brazos cruzados e impuso aranceles del 34% a los productos norteamericanos. El contrataque de la Casa Blanca no se hizo esperar: se anunció aranceles al 104% y dichos como lo que dijo el presidente norteamericano cuando la impuso: “hoy es un día maravilloso para los Estados Unidos”. Trump también fue tajante “Se acabaron las negociaciones con China”. Negociante antes que diplomático, el mandatario se hizo famoso fue por su agresividad a la hora de negociar. Se autodenomina como un tiburón de los negocios. Por eso su mejore respuesta siempre va a ser el ataque. Confiaba en que “la China está desesperada y está esperando nuestra llamada”. Pero ante el anuncio del aumento del 104% Pekín no se movió. Así que a las 12 de la noche del pasado martes empezaron a regir los nuevos aranceles. El mundo está en vilo. La guerra comercial puede ser apenas el comienzo de algo peor.