Arauca sigue siendo un desafío de paz y desarrollo

Arauca sigue siendo un desafío de paz y desarrollo

Arauca sigue siendo un desafío de paz y desarrollo

Arauca sigue siendo un desafío de paz y desarrollo

Arauca sigue siendo un desafío de paz y desarrollo

Es difícil vivir en Arauca, es tan difícil como vivir en Leticia, en San Andrés, en cualquier isla que esté en territorio colombiano. El aislamiento es, a veces, casi total. Intentar planificar algo en Arauca requiere de paciencia y de una gran dosis de suerte. Estás en las manos de los dioses y ellos son caprichosos. Teníamos un encuentro en la mañana del siete de noviembre, por eso teníamos que irnos el seis a las cuatro de la tarde. Nunca pudimos despegar desde el Dorado. El aeropuerto de Arauca, el Santiago Pérez Quiroz, no tenía servicio de energía eléctrica por unas obras que realizan para mejorar la pista de aterrizaje. La opción que daba la aerolínea, Clic, filial de Avianca, a los 30 pasajeros, era reembolsar el monto del pasaje -debían esperar hasta 15 días hábiles- obtener un pasaje abierto o embarcarse en un vuelo que saldría dos días después. La frustración ofuscó a más de uno, pero esta no duró mucho. La costumbre es la mejor anestesia. Arauca, como departamento, tiene 300 mil habitantes y su capital 80 mil. Esto no representa un gran caudal electoral, lo que ha generado históricamente el desdén de Bogotá.

Para el resto del país Arauca se resume en dos palabras: petróleo y guerra. En los años sesenta el presidente Guillermo Valencia le dio la tierra del Sarare a campesinos de Boyacá y los Santanderes que no tenían nada. Pero la tierra, al principio, no dio lo que esperaba de ella. Todo cambió en el año 83 cuando se descubre petróleo a unos cincuenta kilómetros de Arauca capital. Caño Limón-Coveñas, el oleoducto, generó una gran migración de colombianos y venezolanos que empezaron a ver a Arauca como un generador de riqueza. Pero, como ha sucedido en otros lugares del país como el Catatumbo, la riqueza trajo la guerra. El  ELN y su frente, Domingo Laín, hicieron presencia apropiándose del territorio que el Estado no alcanzó a llenar. Además, le juraron la batalla y la violencia a las petroleras. Acá pasaron años como el 2001 en donde el ELN efectuó 233 atentados al oleoducto generando no sólo pérdidas económicas multimillonarias sino devastación ecológica que no se puede calcular.

El único camino que nos quedaba para llegar a Arauca al otro día era tomar un avión de Satena hasta Tame y de ahí irnos por tierra, durante tres horas, hasta esa capital. Desde el aire mesetas prehistóricas y extensas se erguían sobre la tierra en un verdor incandescente. Allí incluso se puede ver el nevado del Cocuy. Un paisaje insospechado para alguien que está sumido en el cemento y sus fealdades. Un paisaje que parece exclusivo de la ciencia ficción. En Tame, ubicada al pie de la cordillera, el clima es primaveral, las calles son amplias y libres de delincuencia. A las nueve de la noche son pocos los negocios que están abiertos. El ELN aún tiene un gran control en este municipio, aunque el último año ha tenido que soportar disputas con las disidencias FARC. Los combates se realizan en la zona rural. Los taxistas afirman que lo mejor es callar, no ver nada, no decir nada. “Si no se quieren problemas es mejor estar como Shakira, Ciego y sordomuda”. En este lugar están de manera permanente el Nuevo Estado Mayor Central y de manera intermitente la Segunda Marquetalia.

Mientras desayunábamos, esperando un bus de CotransTame para que nos llevara a Arauca vimos como niños que no pasaban de diez años nos pedían no monedas sino comidas. Iban descalzos, con sus camisas rotas y la cara llena de costras de mugre. La mayoría de ellos eran indígenas. Arauca es uno de los cinco departamentos en donde más se pasa hambre en Colombia. Que en un departamento como Arauca se vea este paisaje es inmoral. En el 2024 el Ministerio de Hacienda y Crédito Público informó que el Departamento recaudó $520.496 millones de pesos, la gran mayoría de este ingreso lo da la explotación petrolera.

La carretera Tame-Arauca tiene dos carriles pero el conductor lo toma como si fuera una autopista de 5G. A veces llega a los 130 kilómetros por hora. La llanura se extiende a ambos lados de la ventana. Las proporciones del paisaje son tan bastas que las vacas que pastan parecen pequeños manchones en el verde inconmensurable.  Un paisaje que antes era bosque y se transformó después de la colonización dirigida en los años cincuenta. e. A veces se ven palmas sembradas, son morichales, hasta el momento no se le ha encontrado una utilidad alimenticia a esta planta. Esporádicamente aparecen unos tanques, unas tropas del ejército custodiando puentes. No es raro que, en algunos días del año, los que estén apostados en la carretera sean guerrilleros del ELN.

Cuando llegó Petro a la presidencia con su plan de Paz Total el corazón de los arauqueños se llenó de esperanzas. En septiembre del 2023 Petro despachó, junto con todo su gabinete, desde Arauca. Se habían contemplado encuentros con la ciudadanía en donde se determinarían las partidas presupuestales que servirían para atender las necesidades de los araucanos. Sobre el papel Petro escucharía a la sociedad civil.

Dos años después la oportunidad parece perdida, acaso para siempre. El miedo se nota en la carretera. El 3 de agosto del 2024 no fue renovado el cese al fuego con el ELN. El horror de la guerra volvería a sentirse en Arauca. Regresaron los ataques a Puerto Jordán, Fortul, y otros centros poblados y los principales municipios del departamento. Y aún así los arauqueños están de pie.

En un encuentro con organizaciones civiles y líderes sociales la fundación Pares logró ser un canal para que INVIAS, el mMinisterio de Transporte y la Defensoría del Pueblo escucharan las necesidades de la población. Uno de los temas que más preocupaba a la gente era el de la infraestructura vial. 180 kilómetros separan a Arauca de Pamplona en lo que se conoce como la ruta libertadora. Se conoce así porque este fue el camino que siguió Bolívar con sus aguerridos lanceros para quitarnos el yugo español. Esta ruta debería cubrirse en tres horas. Los transportadores pueden tardar hasta 14, 15 horas. Entre más difícil sea para los araucanos sacar sus productos, plátano, cacao, leche, carne, más caro se vende en Bogotá. Una estrategia para bajar el precio de la canasta familiar es construir vías.

La inversión del gobierno Petro en vías es histórica en Arauca pero no alcanza para sacar al departamento de este aislamiento. El otro problema es la infraestructura en salud. Los hospitales de los araucanos están lejos, en Bucaramanga, los puertos para sacar sus productos están al otro lado del país, sin embargo, si se lograra un acuerdo con Venezuela, se podrían usar los puertos que están en el lago de Maracaibo que está a ocho horas de Arauca. Y mientras tanto queda sólo el estigma. Arauca es sólo “tierra de insurgentes y de buscavidas. Para Daniel Coronell, presidente de la Cámara de Comercio de Arauca, afirma que “La paz es que los niños se vayan a acostar a dormir sin hambre”. y que “La seguridad que necesita el departamento de Arauca está en las oportunidades”. Y las oportunidades están más allá del petróleo. Según el profesor Luis Hernando Briceño hasta el 2035 se sacará la última gota de petróleo en estas tierras. Hay que estar preparado para esto. La ganadería, el arroz, el plátano  y el cacao, entre otros,  podrían ser  una solución.

En el interior no sabemos que en Arauca se produce uno de los mejores cacaos del mundo. Hugo Castro es agricultor, su papá llegó hace sesenta años y fundó la finca donde aún vive. La violencia se llevó a su padre en 1983. “Con los petroleros llegó la guerra”. No le gusta que usen la palabra “víctima” para referirse a él. Hace más de trescientos años se está produciendo cacao en Arauca. Hay un gremio sólido y organizado que quieren seguir extendiendo las 20 mil hectáreas de cacao de la que viven 7 mil familias. Se producen 14 mil toneladas “pero el sistema de registro no nos da el número exacto de lo que producimos”. Ni siquiera tienen un número exacto para poder medirse. Se pueden extender a 80 mil las hectáreas para sembrar cacao, hay un potencial grande. Lo que se necesita es tecnificación, en la industrialización, un gobierno que los pueda explotar y competir en el exterior. “No hemos contado con el respaldo estatal. Cuando vino el presidente nos puso alegre cuando dijo que iba a industrializar el cacao y vamos a iniciar con la estandarización del producto ser competitivos en el exterior. Creíamos que era el proyecto que estábamos esperando. Pero no sabemos qué hizo el gobierno porque ya terminó el proceso de estandarización. Esperamos que nos vuelvan a llamar y nos tengan en cuenta”. Pero ahí todo fue mal porque el presidente presentó el proyecto de estandarización en Cubará, Boyacá. Hugo está celebrando, acaba de ganar el premio Emprender Paz que le fue entregado en el hotel Hilton en Bogotá. Le ganaron a Incauca, a Nacional de Chocolates, y otras 126 empresas del país. La próxima semana viajará a Italia con su empresa a una exposición de chocolates y le mostrará a Europa lo que se está haciendo en Arauca.

En Arauca hay preocupación. Se creía que los cuatro años de Petro iban a ser suficientes para poder mejorar el tema de vías y, sobre todo, crear un colchón e irse preparando para lo que será inevitable, por lo menos en una década, el final del petróleo. Arauca produce 800 mil litros de leche al día, esa es la caja menor de los campesinos y que respalda emprendimientos como el cacao, el plátano, el arroz. Hay como contrarrestar el fin del petróleo. Igual acá nunca hubo una industria petrolera, lo que existió fue la explotación petrolera que ha dejado a los araucanos aislados, olvidados y con una guerra que nunca fue de ellos. Igual la guerra sigue presente y no es asunto del pasado, así lo confirma la Defensoría del Pueblo con la AT de octubre, su preocupación por 11 mujeres asesinadas este año, por los homiciiod, el desplazamiento y el confinamiento, una alerta que además fue para los 7 municipios que conforman Arauca.

En Arauca hay preocupación, Petro fue el presidente que históricamente más se ha preocupado por ellos pero no fue suficiente. ¿Qué hacer?

*Esta mesa de diálogo con la participación de cuarenta mujeres y hombres que participan en el liderazgo social fue posible por el apoyo de la fundación Heinrich Böll.

Arauca sigue siendo un desafío de paz y desarrollo