
Sí, es cierto, la crisis ambiental está afectando a 3.200 millones de personas en todo el mundo. Pero no hay que poner Discovery Chanell para constatar que las cosas están mal. Bogotá está a punto de registrar su año más caliente desde que existen mediciones. El racionamiento de agua afecta a un hogar de la capital cada diez días, y el mismo alcalde Carlos Fernándo Galál anuncia que si los embalses siguen bajando esta restricción se hará cada cinco días. En el Amazonas la crisis climática se ha traducido en una sequía que ha convertido, en largos trachos del rio Amazonas, en un camino arenoso. Barro donde los peces mueren lentamente. Ciudades como Leticia, que necesita del rio para comunicarse, para vivir, están asiladas. Estamos pagando la destrucción de las multinacionales de la selva amazónica, de los páramos, de la deforestación y las quemas irresponsables. La necesidad de acaparar fortunas por parte de un puñado de empresarios podría llevarnos, a largo plazo, a la destrucción final.
La esperanza está en los valientes, heróicos líderazgos ambientales que se la han opuesto a las ruedas del progreso irresponsable. Fue el asesinato de un hombre que le puso el lente a una situación que, en la segunda década del siglo, es una preocupación global. El asesinato en 1988 del activista Chico Méndes en Brasil, quien fue abaleado al frente de su casa por cuestionar los métodos de los caucheros y la minería en el Amazonas, fue lo que terminaría encausando el Acuerdo de Escazú, que en Colombia este año fue aprobado. Esto puede ser un paso para revertir una situación que en el país, ya tiene visos de pandemia.
Colombia, según Global Witness, ha encabezado en los últimos años las estadísticas globales de asesinatos a personas líderes y defensoras del medio ambiente. En 2023, el país representó el 40% de los casos registrados a nivel mundial, lo cual refleja un complejo panorama enmarcado por la reconfiguración de los actores armados ilegales y el impacto de las industrias extractivas en el territorio nacional.
Es para la Fundación Pares una obligación no olvidar a los que lo han dado todo para revertir lo que al parecer es el destino de la humanidad: el calentamiento global.