
Este miércoles 15 de octubre empezaron a ser destruidos 14 toneladas de material bélico pertenecientes a la Coordinadora Nacional del Ejército Bolivariano liderado por Walter Mendoza. El acto se realizó en una zona asegurada por la Fuerza Pública y contó con la presencia de Gustavo Petro y el ministro de defensa. El verificador de que todo se realizara en el más estricto de los procedimientos lo hizo la MAP-OEA. Hay que recordar que Walter Mendoza es uno de los dos sobrevivientes de los comandantes de las FARC que abjuraron del proceso de paz con Juan Manuel Santos y que en el 2019 formaron lo que se conoció como la Segunda Marquetalia, un grupo de disidentes liderado por Iván Márquez, quien se encuentra disminuido físicamente después de recibir un atentado en el 2023, Jesús Santrich, alias “El Paisa” y alias “Romaña” estos últimos tres asesinados en Venezuela.
Con este acto se prueba que en el suroccidente del país “se están concentrando los avances de paz territorial y puntualmente la destrucción de material bélico” dijo Francisco Daza, coordinador del área de Paz y Seguridad Ciudadana de la Fundación Pares haciendo referencia al “antecedente que constituyó la decisión del Frente Comuneros del Sur, escisión del ELN quien decidió seguir los diálogos con el gobierno”. Daza recordó que la CNEB tiene presencia en 22 municipios de los departamentos de Amazonas, Nariño, Putumayo, Caquetá y Cauca y que se constituye en dos grandes bloques, los Comandos de la Frontera que tienen presencia en Putumayo y la Coordinadora Guerrillera del Pacífico que actúa, sobre todo, en la costa pacífica nariñense.
Dentro del material que se empezó a destruir este 15 de octubre se encuentran armas largas, munición de diferentes calibres, explosivos y material de intendencia recogidos en los departamentos de Nariño y Putumayo escencialmente. Una de las grandes responsabilidades que tendrá el gobierno será el lugar donde ubiquen a los guerrilleros que entregan sus armas. Como recuerda Francisco Daza ya se tiene una mala experiencia previa en el Catatumbo, con el Frente 33 de las FARC, que sufrieron la embestida, desde el pasado 15 de enero del ELN en la zona de ubicación temporal en esa región del país. Esto ha dejado más de 80 mil víctimas.
Este es un paso en los acuerdos a los que llegó el gobierno con esta guerrilla comandada por Walter Mendoza. Los pasos que se deben dar son los siguientes: activación, entrega y verificación, traslado técnico, evacuación y destrucción final. Para realizar este proceso ambas partes tienen tres meses. Esto sería el fin de la guerra para un comandante como Mendoza quien siempre se movió en el occidente del país y que en el 2016, justo cuando se realizó la firma del acuerdo con el gobierno Santos, afirmó que lo único que esperaba de la paz, al menos para él, era que la vida le alcanzara para dirigir un equipo de fútbol aficionado. Sólo con el silencio de los fusiles podría alcanzar ese sueño.