El temor que despierta en La Picota el regreso de Pipe Tuluá

En la madrugada del pasado 4 de mayo de 2025, se llevaron en un operativo que requirió un despliegue cinematográfico al criminal conocido como Pipe Tuluá de La Picota. El INPEC, que en los últimos años ha sido fuertemente golpeado por cabecillas de grupos armados dentro de cárceles como La Modelo, o La Picota, veía esta noticia con buenos ojos. Muchos sabían que sus vidas estarían a salvo gracias a esta decisión.

A Pipe Tuluá lo conoció el país  en febrero del 2024, después de paralizar Tuluá con la banda que lidera, La Inmaculada. Fueron más de diez carros incendiados y la presión constante contra un sector de la comunidad, los agentes de tránsito. Inmediatamente fue trasladado a La Picota y empezó a vivirse un clima enrarecido. Dentro del INPEC le tenían miedo. No dudaba en amenazar a funcionarios, a señalarlos. Era un tipo duro. Incluso se supo de un plan para sacarlo de allí. Por eso, el único camino que le quedaba a los funcionarios del INPEC era cambiarlo de celda y así lo hicieron.

Se lo llevaron a Los Mártires. Pero Andrés Felipe Marín Silva, verdadero nombre de Pipe Tuluá, tiene, como todo ciudadano colombiano, derecho a un abogado. Y, por eso, interpuso una acción de tutela en donde afirma que las condiciones de reclusión en Los Mártires no son las mejores. Lo que quería era regresar a La Picota en donde era amo y señor. El tema de las cárceles en el país vivió su momento más álgido en el 2024, cuando al coronel retirado Élmer Fernández, quien dirigía los hilos de La Modelo, lo mataron mientras regresaba a su casa. Desde entonces, no hay intocables dentro del INPEC. La institución ha revelado el temor palpable y creciente que sienten sus cabezas más visibles. Un regreso de Pipe Tuluá a La Picota sería una declaración de guerra y una confirmación del poderío que tienen estas personas contra la fuerza pública y el establecimiento.

En uno de los apartes presentados por la defensa de Marín Silva se recuerda que es una persona que está pedida en extradición y por lo tanto se dice lo siguiente sobre Los Mártires: “no reúne las condiciones mínimas para albergar a condenados solicitados en extradición”. Lo peor es que esta decisión ya fue aprobada y se ordena que en 48 horas Pipe Tuluá regrese a La Picota. El INPEC intenta, a como dé lugar, no tener que volver a pasar por la zozobra que implica para un establecimiento como La Picota el tener que cuidar a un criminal del peligro y constante movimiento de Pipe Tuluá, así que el día jueves 24 de septiembre interpuso una contra tutela para evitar que Tuluá aterrice de nuevo en La Picota y regrese a controlar los patios, a intimidar, a ser el rey de la cárcel. Los agentes temen por sus vidas, pero al parecer nadie los escucha.