¡Bienvenidos!

Se juega la vida es una herramienta pedagógica que, a través del juego, fomenta el reconocimiento de saberes, el diálogo y la interacción entre actores como estrategias para la construcción de paz.

Durante su desarrollo, el rol del dinamizador resulta fundamental, pues facilita, organiza y resume las reflexiones e ideas que surgen a partir de las actividades. Quien dinamiza tiene la responsabilidad de garantizar que la palabra sea el camino para la toma de decisiones colectivas.

¿De qué se trata el juego?

Se juega la vida está compuesto por una serie de retos interactivos consignados en tarjetas. Cada tarjeta la escoge aleatoriamente el equipo a la derecha de quien tiene el turno.

Por una cara, el tablero de juego abarca más actividades y toma más tiempo y, al girarlo, permite un tiempo de juego más corto.

Una de las primeras tareas del dinamizador es decir con cuánto tiempo cuenta para escoger cuál cara utilizará.

¿Qué se necesita?

Para participar se necesitan mínimo dos equipos de dos personas (no hay límite por encima de este número, aunque se recomiendan equipos de 5 o 6 personas), y el objetivo principal es ir superando las casillas de reto hasta alcanzar el final de la ruta. Se avanza con la ayuda de un dado de colores que define a cuál casilla se dirige cada equipo y qué color de tarjeta debe utilizar.

 (ver instrucciones de juego).