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¿Qué tanto ha cambiado el ELN?



Para el año de 1986, el ELN logra en su primera asamblea nacional definir los rumbos de su estrategia, para lo cual decidió ligarse a las luchas reivindicativas de obreros, campesinos, pobladores y estudiantes, a quienes define como su “fuerza social fundamental”, con la idea de construir un “poder popular” y en alianza con el conjunto de fuerzas guerrilleras en Colombia, lograr la derrota de lo que el grupo guerrillero llama “Proyecto oligárquico” y la instauración de un “gobierno del pueblo”, que empujara una agenda con un proyecto socialista.

Para ese entonces el ELN contaba con aproximadamente cincuenta frentes guerrilleros, estructuras urbanas en las principales ciudades del país y todo un entramado de estructuras especializadas y vínculos diversos con el “mundo guerrillero”, además aposto fuerte por la “Unidad de las Guerrillas”.

El ELN definió ir hacia un esfuerzo militar de amplia envergadura, que le permitiera mostrar su fuerza militar y desde allí avanzar en sus planes. La anterior fue la tesis que triunfo en su segundo Congreso en el año de 1989 – el primer Congreso fue en el año de 1987 y obedeció a la integración con el MIR-Patria Libre. Esta definición de actuación política y el ir hacia una acción militar a nivel nacional, se da en momentos en que ya no existe la anhelada unidad guerrillera expresada en la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, constituida en 1987, en que el M-19, jalona una estrategia de negociaciones políticas, que convence a una buena parte de las guerrillas y las involucra en el proceso de modernización y de construcción de un pacto parcial de paz, como lo fue la constitución de 1991.

El ELN, no pudo dar el salto de una fuerza guerrillera a una fuerza de cuerpos de ejército. Lo intento, pero los costos en vidas humanas y en el tipo de relación que debía efectuar con las comunidades en los territorios donde operaban, los hizo desistir, porque fueron guerras demasiado focalizadas; Arauca, Nordeste Antioqueño y Sur de Bolívar y quizás de manera diferente en el Oriente Antioqueño, estos territorios fueron las zonas de mayor operatividad militar del ELN entre los años de 1985 a 1995.

Por presiones de la realidad, el ELN, poco a poco va adentrándose en los “vericuetos” de la negociación política y lo hace según su talante. El primer paso que toma es promover una consulta interna en la que toda su militancia a nivel nacional es preguntada, uno a uno, si se está o no de acuerdo en adelantar diálogos con el Estado Colombiano, como parte de una estrategia de actuación política, para acumular capacidad política y mostrarse como una fuerza propositiva, capaz de discutir desde una fuerza política en armas sobre temas trascendentales.

Esta consulta adelantada en el segundo semestre de 1988, dio como resultado una expresa autorización a la Dirección Nacional del ELN, para adelantar diálogos y negociaciones circunscrito a los temas de política petrolera y “humanización del conflicto”. El primer tema candente por la ubicación del ELN en torno a regiones de explotación petrolera y por su interés de apoyar las agendas de las organizaciones de los trabajadores petroleros y el segundo tema por lo que ya se visualizaba, como el imperativo de regular la acción de la guerra y sus efectos sobre comunidades, algo premonitorio a lo que va ser lo que luego se vivió como una guerra “degradada” en los años 90 y que permanece hasta nuestros días.

El ELN, participó de los diálogos que se adelantaron en Caracas y luego en Tlaxcala México en los años de 1991 y 1992, junto con las FARC y una pequeña expresión del EPL. El 90% del EPL pactó un acuerdo de paz con el Gobierno del Presidente Gaviria. Estos diálogos fueron el intento de la insurgencia que se mantuvo al margen de los acuerdos de paz, por tener protagonismo político, pero no condujeron a ninguna parte por que las exigencias de la guerrilla son maximalistas.

Luego del fracaso de la campaña militar del año 92 y del fracaso de los procesos de negociación, en los cuales es muy dudoso que el ELN haya logrado acumular simpatía política, el grupo guerrillero se sumerge en una nueva fase de crisis, ya no crece más, se debilita orgánicamente – se separan la Corriente de Renovación Socialista para emprender un camino de pacto negociador en el año 1994 y surge el ERP y el EGP, dos grupos con operatividad muy circunscrita al Sur de Bolívar- y lo que es más importante, la aceptación a la lucha armada es cada vez menor.

El ELN pierde la sintonía con una diversidad de fuerzas sociales con las que se articuló en los años setenta y creció en los ochenta.

Este grupo guerrillero intenta remontar esta crisis de proyecto, asumiendo que es la voz de una Colombia pobre, acudiendo a sus asentamientos históricos (magdalena medio, sur de Bolívar, Nordeste Antioqueño, Oriente Antioqueño, Arauca y parte del Cauca y Nariño), que son tierras de mucha pobreza y exclusión, de unas comunidades que quieren ser tenidas en cuenta, para contar en la vida de Colombia, contar con oportunidades para ejercer derechos y ser ciudadanos y ciudadanas que cuenten y salgan de las marginalidades.

Con este sentimiento se intentó sintonizar desde otra perspectiva, ya no buscando un triunfo militar, sino la construcción de un “Bloque histórico”, para empujar su agenda política y desde las elecciones locales de 1997, cuando en el municipio de San Carlos – oriente antioqueño- en el acto de dejación en libertad de un par de observadores de la OEA que ejercían veeduría electoral, propuso la “Convención Nacional”. Hasta el día de hoy, sus tesis se han enrrutado por la construcción de un nuevo pacto político, que les permita a ellos ser protagónicos en una acción ya no militar, sino de clara extirpe política, un pacto de inclusiones, en la cual ellos, como ELN sean protagónicos.

En 1998, cuando muere Manuel Pérez, el sacerdote que lideró el resurgir del ELN a finales de los años 70 y su proyección como una fuerza muy beligerante en los ochenta, el grupo subversivo había cambiado de formato. Dejó de pensar en la insurrección y el triunfo militar y se encamino a la construcción de un acuerdo político, a su modo, paso a paso, tratando pero sin arriesgar demasiado pasando por los gobiernos de Pastrana y Uribe, hasta llegar al de Juan Manuel Santos con el que ha iniciado acercamientos con miras a establecer una mesa de diálogos.

Variaciones al año 2013 de la presencia del ELN en el territorio nacional


eln 1996
eln 2006
eln 2013

Texto: Luis Eduardo Celis

Mapas: Paola Nuñez y Naryi Vargas

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